Tocar, oler, mutar: Maya Pita‑Romero gana la III Edición de Premio de Arte ‘Nuevos Rituales’

Creemos que los negocios, la tecnología, la creatividad y la cultura funcionan mejor cuando se comunican entre sí. La cultura nos mantiene despiertos, nos da perspectiva y sentido, nos ayuda a encontrar los por qués cuando todo cambia demasiado rápido,. Por eso, con la intención de acercar nuestro negocio a la cultura, impulsamos por tercer año consecutivo el Premio de Arte VML THE COCKTAIL – Nuevos Rituales, una iniciativaorientada a dar visibilidad a nuevas voces emergentes.  

En esta tercera edición reconocemos la obra de Maya Pita‑Romero, artista visual que habita la intersección entre ecosistemas naturales, artificio y cuerpos. Lejos de la pieza estática y eterna, su práctica propone “cuerpos‑refugio” porosos que nos invitan a plantearnos nuevas formas de cuidado, coexistencia y resistencia.

En su obra, Maya trabaja con materiales vivos que introducen incertidumbre creativa y temporalidad. El látex vegetal, las infusiones y las plantas imponen ritmos propios, ajenos a la prisa productiva. La artista acompaña procesos que fermentan, secan, mutan y reconfiguran la pieza. La obra deja de ser un objeto cerrado para convertirse en un proceso en relación directa con el entorno físico. La materia también decide y el resultado nunca es totalmente previsible. 

Aceptar el cambio es aceptar la vida como proceso en transformación. Cuidar no es pulir, es sostener lo que deviene y lo que desborda categorías. .La experiencia se despliega más allá de la pura imagen. 

Además los tiempos de espera que exigen los materiales rompen la lógica mecánica e industrial. La colaboración con la materia pone en cuestión la idea de control. El error, el accidente y la deriva se vuelven métodos de trabajo. Producir, en nuestro caso, diseñares, también, escuchar los ritmos de lo vivo. 

Reconocer a Maya Pita‑Romero es reafirmar una convicción: la relevancia no depende solo de ir deprisa, sino de saber por qué. Cuando dialogamos a través de la cultura , aparecen preguntas mejores y decisiones más humanas. El arte nos ayuda a ver ángulos que las métricas no alcanzan, y a entrenar sensibilidad en medio de la complejidad. Por eso sostenemos este premio a artistas emergentes que expanden los marcos desde los que miramos. Porque la cultura nos mantiene atentos, críticos, capaces de imaginar y de dotar de sentido a nuestro mundo.